La Residencia Universitaria Lantéri fue fundada en 1960 por el padre Secondo Richiardone OMV, sacerdote católico de origen italiano y miembro de la Congregación de los Oblatos de la Virgen María. Durante casi treinta años, fue el director general de la escuela. Construyó la residencia de estudiantes (1961) y la capilla Sainte Rita (1992). Murió prematuramente en 1995.
El padre Richiardone quería crear un centro de acogida para estudiantes en los suburbios de París que estuviera abierto a todas las nacionalidades. De ahí la diversidad de orígenes y culturas, lenguas y religiones, la historia y la experiencia de cada uno. Las residencias internacionales de la RUL pretenden construir la unidad a través del respeto de todos y cada uno. El respeto es la primera regla en la Residencia Universitaria Lanteri (RUL). Un entorno así es beneficioso para ayudar a los estudiantes a prepararse para un futuro basado en valores probados, como el apoyo mutuo y la convivencia, la capacidad de asumir retos y la asunción de responsabilidades.
La seriedad de cualquier compromiso y la posibilidad de estructurarse mejor, tanto en lo que se refiere a la personalidad como al ser trascendente. La situación estratégica de la Residencia Universitaria Lanteri permite a los estudiantes, becarios y jóvenes trabajadores que viven en ella estar en el centro de París en sólo 20 minutos.
La dimensión internacional de la Residencia Universitaria Lanteri tiene una gran importancia simbólica para los Oblatos de la Virgen María que la dirigen, ya que su carisma es de alcance internacional. Dependiendo del año, la Residencia Universitaria Lanteri (RUL) acoge a más de diez nacionalidades distintas: francesa, italiana, canadiense, estadounidense, inglesa, checa, reunionense, mauriciana, germana….
El padre Richiardone también quiso construir una capilla dedicada a Santa Rita para acoger a los creyentes que acudieran allí para un descanso espiritual. Quería instaurar allí el carisma del fundador de los Oblatos de la Virgen María (OMV), el padre Pío Bruno Lantéri: formación del laicado cristiano, despertar y profundización de la fe, adhesión a la persona de Cristo mediante «ejercicios espirituales» dados en forma de retiros o acompañamientos periódicos. También deseaba que todos pudieran encontrar una comunidad de religiosos y sacerdotes disponibles para confesiones y encuentros espirituales, con vistas al pleno desarrollo de la persona humana. Hombre de intuición y de proyectos, su sueño se hizo realidad.